Pero el buen fraile no sacó de sus prediques más fruto que una ronquera penosa y el desaliento con que volvió y dijo a Elío que fuera él a convencerles. En tanto, ?qué hacía D. Carlos? Inalterable en su doblez medrosa, largaba otra ...
... por la ausencia de mobiliario elegante y el pintoresco desorden de inútiles accesorios, más bien hacía pensar en el amplio y desordenado salón de la hacienda de un excéntrico terrateniente soltero de esos que cuelgan el chaquetón y ...